Las Islas Lofoten son una maravilla natural que si encuentra al norte de Noruega, en pleno Círculo Polar Ártico; más concretamente entre los paralelos 67º y 68º. Este archipiélago cuenta con más de 2000 islas, aunque presenta 5 islas principales: Austvågøy, Gimsøy, Vestavågøy, Flakstadøy y Moskenesøy; a las que se le pueden añadir las islas de Værøy y Røst, un poco más al sur. En función de la época del año en la que vayamos nos encontraremos dos tipos de paisajes y unas ofertas de turismo completamente diferentes; aunque lo que si podemos dar por sentado es que el turismo mayoritario es de tipo natural, de aventura y fotográfico.

Junto a las Lofoten nos encontramos el archipiélago de las Vesterålen; un conjunto de 4 islas (Langøya, Hadseløya, Andøya y Hinnøya) que a menudo se considera erróneamente como parte de las Islas Lofoten. Con una población mucho más reducida y un paisaje mucho más llano que las Lofoten, son otro paraíso natural que debería estar en nuestra lista, especialmente si deseamos realizar avistamiento de fauna.

Un intrincado «laberinto» de cumbres, que se elevan directamente desde el mar ofrecen un marco incomparable en cuya base podemos encontrar los preciosos pueblos de pescadores tradicionales con sus casas construidas completamente en madera de colores. Las islas se encuentran unidas unas con otras por medio de puentes y túneles conectados por una carretera principal que ha supuesto una de las mayores inversiones en las Islas por parte del gobierno Noruego, la E10. Esta carretera une de manera directa el pueblo más septentrional de las islas, cuyo nombre es el más corto del mundo «Å», con el pueblo de Luleå, 800 km al este, en la costa de Suecia.

A menudo mucha gente que visita las islas Lofoten por su cuenta, así como muchas agencias de viajes, que son realmente desconocedoras de este entorno, le dedican muy pocos días pensando que son suficientes y terminan de recorrerlas dejándose muchos puntos de un gran interés en el tintero; o pegándose una paliza de coche completamente innecesaria que acaba agotándote, e impidiéndote disfrutar del viaje en condiciones.

Desde mi punto de vista, como guía local del país y como persona que ha pasado muchos años viviendo aquí, siempre recomiendo que cuando se visite el norte se haga la separación entre dos grupos: por un lado las Islas Lofoten y las Islas Vesterålen; y por otro lado Senja, Tromsø y Cabo Norte.

A continuación voy a indicar algunos de los lugares y actividades que considero imprescindibles en las islas Lofoten y Vesterålen; y en otro artículo me dedicaré al otro grupo del norte.

Vesterålen

Una naturaleza salvaje

Andøya: la isla más norteña de este archipiélago ofrece innumerables alternativas de turismo.

Sin duda, una de las más destacadas es el avistamiento de ballenas, una increíble actividad que parte del pueblo de Andenes y te lleva en barco océano adentro para poder ver a los mamíferos más grandes del planeta. Recomiendo pasar más de una noche en el pueblo, pues se encuentra bastante alejado del resto de las zonas turísticas de las islas y el tiempo es muy impredecible e inestable. Si por un casual el barco para avistar ballenas no saliera, siempre se tiene la opción de esperar a ver si el tiempo mejora el día siguiente. Aquí tenemos la opción también de realizar avistamiento de frailecillos durante la épocas de verano.

Siguiendo la costa, en las proximidades de Andenes, nos encontramos unas zonas perfectas para realizar un poco de trekking y senderismo. Más concretamente en las inmediaciones del pueblo de Bleik. Ahí encontraremos preciosas playas para recorrer, zonas de lagos con unos increíbles contrastes de colores, y un sistema montañoso con unas vistas inmejorables desde su cumbre.

Hinnøya: se trata de la isla con mayor superficie y la que conecta con el continente. 

La actividad más destacable de aquí es visitar la granja de renos de Laila, que se encuentra en las cercanías de Sortland. Ahí tendremos la opción de conocer la dura historia de la cultura Sami, una de las más antiguas de Laponia y los únicos que tienen permitido poseer renos en Noruega. Dentro de su Lavvo, nos irán contando como fue evolucionando su sociedad, como es un día habitual en su vida y, por último, nos llevarán a conocer y alimentar algunos de sus renos mientras nos explican los detalles más fascinantes de estos bellos animales.

Por otro lado, si lo que queremos es explorar a fondo la naturaleza de la isla, entonces disponemos del Parque Nacional de Møysalen, el único parque nacional que encontraremos en Lofoten y Vesterålen. Aquí encontraremos una gran variedad de rutas para descubrir el lado más agreste de las islas; con diferentes niveles de dificultad, desde cortas rutas bordeando bonitos lagos, hasta la ruta que nos lleva al pico más alto y que le da el nombre al parque nacional, el Møysalen (1262m).

Langøya: en esta región nos vamos a encontrar los pueblos de los primeros moradores de ambos archipiélagos. En un principio los pescadores decidieron instalarse en esta isla por su cercanía a las zonas de pesca, hasta que se introdujeron los barcos de pesca a vapor, momento en el que la población decidió trasladarse a las Islas Lofoten, donde el clima es menos duro al estar más protegidos por sus innumerables altas montañas.

Uno de los pueblos más pintorescos es el de Nyksund, localizado en la punta norte. Se trata de un antiguo pueblo ballenero que fue abandonado durante muchos años por el descenso del trabajo. Actualmente solo unas pocas personas viven en el, pero han decidido darle una nueva vida. Poco a poco han ido habilitando alojamientos turísticos, cafeterías y hasta un pequeño museo. Es un lugar perfecto para aquellos que quieren desconectarse de todo y experimentar lo dura que podía ser la vida en el ártico antiguamente.

La otra zona mas destacable sería la que comprende el núcleo de Straume, donde podemos disfrutar de unos paseos costeros impresionantes, especialmente los días de tormenta. Si además nos acercamos hasta el puerto de Ringstad, podremos realizar la actividad de avistamiento del águila de cola blanca con uno de los mejores guías de Noruega. Se trata del segundo águila más grande de Europa y la cuarta más grande el mundo. Además el paseo en barco nos lleva hasta el interior del fiordo del infierno, que es otra maravilla.

Lofoten

Un tesoro natural

Para las indicaciones de las Islas Lofoten no me centraré en explicar lo más relevante de cada isla, o nunca terminaría este post; sino que mencionaré lo más destacado en todo el conjunto.

Trekkings hasta miradores: si hay algo por lo que Lofoten destaca especialmente es por su gran cantidad de montañas con afiladas cumbres, desde donde tendremos algunas de las mejores vista del mundo. Realizar alguno de los trekkings que nos lleva hasta estas cumbres es algo de carácter totalmente obligatorio, desde mi punto de vista, si se visitan estas islas. Las rutas varían mucho de invierno a verano, estando algunas cerradas durante los meses invernales por la peligrosidad del hielo. Del mismo modo, si decidimos visitar las islas en invierno necesitaremos recurrir al uso de raquetas de nieve o esquís para realizar el ascenso de cualquier cumbre. Algunos de los más conocidos son el de Ryten, Festvågtind o Reinebringen; sin embargo podríamos decir que en Lofoten prácticamente todas las montañas tienen una ruta hasta cumbre, y la gran mayoría tienen unas vistas espectaculares.

Rorbuer: las famosas casas de madera de colores. Antiguamente eran los refugios de los pescadores que venían a las islas durante las temporadas de pesca, cuando este sector suponía la principal fuente de ingresos. A medida que la situación fue cambiando y el turismo comenzó a ocupar su nicho económico en las islas, estas fueron restauradas y reacondicionadas para su uso como alojamiento turístico. Salvo en las «grandes ciudades» como Svolvaer, las casas de madera son el tipo de edificación que nos encontraremos siempre, creando unos contrastes únicos sobre el paisaje que las rodean. Aunque actualmente sus colores son más variados y no contienen ningún significado, en los orígenes eran utilizados como medio de distinción social; siendo las casas rojas más «simples» y pertenecientes a la clase obrera, y las blancas mucho más lujosas y pertenecientes a la clase rica. Los pueblos donde más casitas podremos encontrar y fotografiar son los de Reine,  Nusfjord (el más antiguo de las islas) y el de Å, el pueblo con el nombre más corto del mundo.

Museo vikingo: al igual que la naturaleza, la historia también es importante; y que mejor modo de conocerla que visitando el museo vikingo más grande de Escandinavia. Aquí podemos encontrar gran cantidad de información sobre la era vikinga y sus tradiciones y leyes (algunas de las cuales nos llegarán a sorprender de lo evolucionadas que estaban). Por un lado tenemos el edificio principal, donde encontraremos todos los videos explicativos de la historia vikinga que se desarrolló en esa región, documentos históricos de la época y todos los restos arqueológicos que se han ido encontrando. En otro edificio podremos disfrutar de talleres donde enseñan como trabajaban los vikingos, representaciones de los salones típicos y los materiales con los que trabajaban y batallaban (armaduras, martillos, escudos, herramientas de carpintería…). y por último, en la zona exterior encontraremos actividades de tiro con arco, lanzamiento de hacha… y un drakkar vikingo perfectamente restaurado donde, en los meses estivales, podremos montarnos para dar un paseo por el lago.

Playas: no se conoce a Lofoten como el Caribe ártico sin razón. La orogenia en estas islas a llevado a la creación de un talud continental poco profundo que extiende ampliamente a lo largo de la costa antes de hundirse profundamente en el océano. Podemos encontrar playas de arenas blancas y aguas turquesas a lo largo de toda la costa mientras conducimos por la carretera; y si nos decidimos a caminar podemos llegar a calas absolutamente aisladas y vírgenes, rodeadas de verdes campos y altas cumbres; donde prácticamente no nos encontraremos a ninguna otra persona. Para los amantes del surf, están de suerte también, pues en Lofoten podemos encontrar la escuela de surf más al norte del mundo; donde encontraremos surfistas árticos hasta en los más duros meses invernales. Las playa más reconocidas son la de Kvalvika, Hauklandstranda, Unnstadstranda y Bunes Beach.

Gracias por visitar mi blog y mi página 🙂 También puedes encontrarme en mis redes sociales.