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Todas las regiones del mundo poseen sus propias leyendas y creencias, adaptadas a su entorno y a la forma de vida de sus gentes. En los últimos años, las series, películas y libros sobre vikingos han aportado un gran conocimiento sobre esta cultura, que ya de por sí tenía una fama bien labrada. Los registros mejor preservados, y de los cuales proviene todo el conocimiento actual de la mitología nórdica, se conocen como Eddas y son compilaciones que datan entorno a 1270, época de la cristianización del norte de Europa. De ellas sabemos que el punto álgido de esta mitología se relaciona con la época expansionista vikinga, entre 789 y 1100 d.c, cuando los pueblos vikingos arrasaron gran parte de Europa, suroeste de Asia y África, y la costa occidental de Norteamérica.
Esta mitología posee una orientación fundamentalmente guerrera y panteísta, y estructura compleja donde nos encontramos con nueve mundos originales conectados por un árbol llamado Yggdrasil. Los Dioses y los diferentes seres habitan estos mundos y se relacionan mediante las leyendas y profecías hasta la llegada del fin del mundo con el Ragnarok.
En este pequeño post voy a intentar compartir algo de información básica sobre esta mitología, sin profundizar demasiado en detalles técnicos, con el fin de acercarla a todos aquellos que quieran descubrir este mundo.
Comienzo con una introducción a los nueve mundos mencionados anteriormente, y los diferentes seres que los habitan:
Asgard: el territorio de los dioses conocidos como Aesir. En su interior se encuentra el Valhalla, el paraíso donde todos los vikingos aspiran a llegar; y donde solo se puede acceder tras una muerte gloriosa en combate.
Midgard: es nuestro mundo, el de los seres humanos. Se encuentra en medio del árbol que forma el universo, de ahí su nombre: «Mid = Medio», «Gard = Asentamiento». También es conocido como La Tierra del Medio.
Jötunheim: el hogar de los gigantes de hielo y roca que amenazan a los dioses y a los humanos. Son los equivalentes a los titanes en la mitología grecorromana y están gobernados por Prymr, el rey de los gigantes.
Muspelheim: las tierras del fuego y los gigantes de fuego. En la mitología original este reino se encuentra incluso por encima de Asgard.
Niflheim: el opuesto al Muspelheim. un reino de oscuridad y niebla perpetua donde habita un dragón conocido como Nidhöggr, que roe sin cesar las raíces del árbol.
Helheim: el mundo de los muertos que no han conseguido acceder al Valhalla. Se encuentra en la región más fría y oscura del Niflheim, rodeado completamente por el río Gjöll y gobernado por la diosa Hela.
Alfheim: mundo de los elfos y los seres etéreos, en constante guerra con sus homólogos, los elfos oscuros.
Svartalfheim: mundo de los elfos oscuros, los habitantes de las montañas y los enanos nórdicos.
Vanaheim: hogar de los dioses que no están relacionados directamente con la guerra (fertilidad, prosperidad, mar…). Se conocen como los Vanir.
El árbol genealógico de los dioses nórdicos es grande y complejo; y en el se incluyen tanto los Aesir (dioses guerreros), como los Vanir (dioses de orientación terrenal), por lo que voy a centrarme solamente en los dioses principales.
Odín / Wodan: rey de todos los dioses nórdicos y padre de todo. Su apariencia es la de un viejo con barba, solitario y tuerto tras haber sacrificado un ojo en el Pozo de Mimir para obtener la sabiduría. Controla todo lo que ocurre en los diferentes mundos mediante dos cuervos, Hugin y Munin. En combate monta un caballo de ocho patas llamado Sleipnir y empuña su lanza Gungnir.
Thor / Donar: el hijo de Odín y la diosa Jotun. Es el dios del trueno y el principal enemigo de los gigantes. En la batalla empuña un martillo llamado Mjölnir, construido por los enanos y que además solo el puede empuñar por ser el único digno admitido por el propio martillo.
Heimdal: con una visión y audición inigualable, Heimdal es el protector de los dioses. Fue criado por nueve mujeres gigantes que lo nutrían con sangre de jabalí. Su misión es defender el Bifröst, el arco iris que conecta el mundo de los dioses con el mundo de los mortales, y anunciar con su cuerno la futura guerra entre los gigantes y los dioses que precedería al fin del mundo.
Balder / Baldur: se le considera el dios de la paz, la luz y la verdad. Es el segundo hijo de Odín y se trata de una figura clave en la mitología nórdica, pues su muerte acontece como un preludio al Ragnarök. Muere a manos de su hermano Hödur, quien le dispara una flecha de muérdago tras ser engañado por Loki.
Loki: hijo de los gigantes Farbauti y Laufey, es una figura misteriosa del panteón nórdico, dios del engaño y la manipulación. Se le considera el origen de todo fraude y tenía la capacidad de cambiar de forma. Consiguió colarse entre los dioses Aesir, de forma que Odín lo considerara su hijo adoptivo; y aunque se le ha considerado siempre un enemigo, no es del todo correcto, pues colaboró como aliado de los Aesir antes del Ragnarök, consiguiéndole el caballo a Odí y el martillo a Thor. Tras organizar la muerte de Balder, fue castigado por Odín y atado a tres rocas. En cuanto se liberó del castigo dió comienzo al Ragnarök con la ayuda de sus dos hijos (el lobo Fenrir y la serpiente Jörmundgander) y la diosa Hela.
Hel / Hela: hija de Loki y de la gigante Angrboda. Es la diosa del inframundo y fue desterrada de Asgard después de que los dioses ataran al lobo Fenrir y mataran a la serpiente Jörmundgander. Se le representa como una mujer hermosa de un lado y cadavérica y putrefacta por el otro, dado que así es la visión sobre la muerte de los seres humanos. Su misión es la de hacer sufrir a los malos y perdonar a los buenos.
Frigg / Frija: era la esposa de Odín, madre de Balder, Hödur, Hermodr, Bragi y de las valquirias. Es la diosa del cielo y está asociada a la fertilidad femenina, el amor, el hogar y el matrimonio, la maternidad y las tareas domésticas, así como con la sabiduría y la previsión. Es la única capaz de sentarse en el trono celestial junto a su esposo.
Tyr: dios de la guerra, la victoria y la justicia. Es una de las figuras principales del panteón nórdico junto a Odín; de echo, en los pueblos germanos se le situaba incluso por encima de este último. Se representa como un hombre de una sola mano; la otra fue arrancada y comida por Fenrir.
Frey / Freyr: Hijo de Njörðr y Skadi y hermano gemelo de Freya. Se le consideraba el dios de la fertilidad masculina, la lluvia y el sol. Representante principal del paganismo nórdico y el dios favorito de los elfos, representado a menudo mediante símbolos fálicos.
Freya / Freyja: Vanir hermana de Frey, diosa del amor, la seducción y la belleza, así como de la fertilidad femenina, invocada para tener buen resultado en los partos y en las cosechas. se asocia a la magia y la luna, como antítesis a su hermano gemelo Frey, asociado al sol. Ella posee un jabalí de oro y se encarga de liderar a las valkirias a la batalla.
Bragi: era el dios de la poesía y su pareja era Iðunn, diosa de la juventud. Este dios era el encargado de recibir a los guerrero caídos en el Valhalla.
Idunn / Iduna: diosa de la juventud y la inmortalidad. Además, era la esposa de Bagi. Era la encargada de proteger y guardar las manzanas de oro que proporcionaban la juventud eterna.
Las tres nornas: estos seres mitológicos eran espíritus femeninos descendientes de dioses, enanos y elfos. Se encargaban de tejer los hilos del destino a los pies del árbol Yggdrasil. Eran tres: Urd (destino, lo que ha ocurrido), Verdandi (devenir, lo que ocurre ahora) y Skuld (culpa, lo que ha de ser). Estas tres diosas del destino representaban el pasado, el presente y el futuro respectivamente.
Como en todas las religiones, en la escandinava se contaba el origen del mundo, que era al mismo tiempo el origen de los dioses y de los nueve reinos que lo componían.
Tal y como lo describe el primer y más célebre poema de la Edda poética, el Völuspá (“Profecía de la vidente”), en el inicio existían sólo dos mundos: Muspelheim, el reino del fuego, y Niflheim, el reino del hielo, y entre los dos había un vacío enorme conocido como Ginnungagap (“Hueco profundo”) en el que nada vivía.
Hasta que, de las ascuas del fuego y de la escarcha del hielo, nació en el vacío un vapor del cual se formó el gigante primigenio, Ymir, junto a una vaca gigante, Audumbla, gracias a la cual el primero sobrevivía, tomando su leche. Ymir era hermafrodita, y de su propio cuerpo nacieron los primeros gigantes, seres primitivos vinculados con las fuerzas naturales.
Por su parte, la vaca derritió el hielo con su lengua, formando así a Buri, el primero de los dioses nórdicos y padre a su vez de Bor, fundador de la estirpe de los Aesir.
Entonces los Aesir se alzaron contra los gigantes, asesinando a Ymir y desterrando a los sobrevivientes a Jötunheim. Del cadáver del gigante crearon el mundo: con su carne crearon la tierra y las montañas, con su sangre los ríos y mares y lagos, con sus huesos las rocas, con sus cabellos los árboles y arbustos, y con su cráneo crearon el firmamento, sostenido en cuatro pilares gracias a los enanos que crearon con dicho propósito.
Asimismo los dioses crearon el día y la noche, y posteriormente los primeros seres humanos: Ask (fresno), el primer hombre; y Embla (olmo), la primera mujer. Ambos fueron tallados de la madera por Vili y por Ve, los hermanos de Odín, hijos todos de Bor. Para ellos se creó la Tierra Media, conectada con Asgard por el puente Bifrost.
La religión nórdica también contaba con una profecía sobre el futuro del mundo, conocido como el Ragnarök o “destino de los dioses”. Esta visión del futuro era sombría, y consistía en una gran batalla del fin del mundo entre los Aesir y los gigantes, los primeros liderados por Odín y los segundos por Surt, gran gigante del fuego. En esta batalla participarán los guerreros escogidos por Odín entre aquellos que hayan muerto en combate (y hayan sido rescatados por las Valkirias para esperar por el Ragnarök en el Valhalla).
El Ragnarök significa la pérdida y el final de los divinos poderes, es decir, el final de quienes dependen de los dioses; no que sea el final de todo. El anuncio vendrá precedido por una guerra universal: hermano contra hermano y padre contra hijo durante tres años que vendrán seguidos por un invierno de otros tres años. El lobo Skoll, hijo de Loki, y su hermano se comerán el sol y la luna.
El lobo Fenrir y la serpiente Jörmundgander, hijos de Loki, y el propio Loki se liberarán de sus prisiones y provocarán maremotos y terremotos. Tres gallos cantarán para despertar a los berserks, gigantes y a los muertos. Los difuntos viajarán en el barco Naglfar, formado con las uñas de los hombres muertos. Se abrirá una hendidura y los gigantes del fuego se unirán a la batalla con Surt a la cabeza.
Los ejércitos se enfrentarán en la llanura de Vígrid en la que los combatientes ya saben su destino. Odín morirá en la boca de Fenrir, Thor y Jörmundgander se darán muerte mutuamente, Vídar usará el zapato más grande para matar a Fenrir, Tyr y el perro Gamemr fallecerán juntos, Heimdall y Loki morirán uno a manos del otro y Frey perecerá a manos de Surt.
El gigante de fuego Surt arrojará andadas de fuego y llamas sobre lo que queda de tierra y cielo y el universo morirá en un cataclismo de humo y oscuridad. Así se volverá al principio.
Una hija del sol volverá a recorrer el firmamento, ya que antes de morir por el lobo Sköll, dio a luz a una hija.
Del caos surgirá un nuevo mundo. Balder regresará a un nuevo ciclo y dirigirá Asgard con Hoder, Vali, Vídar, los hijos de Thor con el martillo de su padre, además de diosas que sobrevivieron como Frigg o Freyja. Se dejará para siempre los males de los hijos de Loki.
Una pareja, una mujer de nombre Líf (vida) y su esposo Lífþrasir (deseo vital) sobrevivieron al Ragnarök. Se escondieron en las ramas de Yggdrasil, el fresno del mundo, que aguantó las llamaradas de Surt, aunque el gigante murió consumido en sus propias llamaradas. Repoblarán la tierra, convivirán en paz y adorarán a los dioses bajo el gobierno de Balder, todos juntos en armonía sin más maldad ni miseria.
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