Entre los espectaculares acantilados de la costa de Ortegal nos encontramos con la Torre de A Lonxa o Longa da Moreira, una torre de puro granito que se alza 100 metros en medio del mar, conectada con el continente por una escarpada y estrecha franja de tierra.

Independientemente de la ruta de escalada que se haya elegido hacer, la aventura comienza desde el mismo aparcamiento, donde nos ponernos todo el material y comenzaremos el descenso por la ladera de los acantilados, siempre encordados a nuestro guía. Una vez en la base, cruzaremos la escarpada arista empleando una serie de técnicas y acabaremos directamente a pie de las vías, donde comenzaremos la escalada propiamente dicha.

Disponemos de dos opciones de ascenso: la primera y más fácil, consiste en subir por la directa del espolón, formada por 2 largos de grado IV. La segunda opción y un poco más técnica, reservada para aquellos escaladores que ya tengan más soltura, es la vía conocida como naturaleza salvaje: 3 largos con un grado máximo de 6a.

Las vistas desde la cumbre son espectaculares, consiguiendo una panorámica de toda la costa Atlántica que no se puede obtener desde ningún otro lugar. El descenso se realiza mediante rápeles encadenados hasta la base de la torre, desde donde emprenderemos el camino de vuelta al aparcamiento.