Llegamos al aeropuerto internacional de Vágar, donde el guía estará esperando para recogernos y comenzar nuestra aventura.

En estas fechas los días son largos y podemos aprovechar muy bien el tiempo; por lo que, en cuanto el grupo esté reunido, nos desplazaremos al cercano mirador del pueblo de Gásadalur, donde comenzaremos a entrar en contacto con la orografía feroesa por la puerta grande. Tendremos vistas a la majestuosa cascada de Múlafossur, que vierte directamente al oceáno sobre unos acantilados de 30m de altura, con el pueblo de Gásadalur detrás y las montañas de Árnafjall como telón de fondo. Un marco inmejorable.

Posteriormente iremos a nuestro alojamiento en el pueblo de Sandavágur, donde disfrutaremos de una agradable cena y se presentará el programa en detalle.

Empezamos la jornada con una bonita ruta de trekking que nos acerca hasta los acantilados de Trælanípa; también conocidos como los acantilados de los esclavos, pues desde aquí se tiraba al océano a los esclavos que desobedecían las órdenes de sus amos. Se trata de uno de los sitios más sobrecogedores de las islas, no solo por su historia, sino también por el paisaje tan llamativo que posee, y es que aquí nos encontraremos con el famoso lago de Leítisvatn, el lago más grande de Feroe, que cuelga de los acantilados a 30m de altitud y conecta con el mar por la cascada de Bøsdalafossur.

Una vez hayamos terminado la ruta, nos dirigiremos al puerto a coger un bote que nos llevará a realizar un safari por los acantilados e islas cercanas. Durante el paseo admiraremos bien de cerca el impresionante arco de Drangarnir y la isla de Tindhólmur, una de las máximas representaciones de las islas Feroe y de los cuales se dice que son el cuerpo de un dragón petrificado. Durante el tour aprovecharemos para realizar el avistamiento de los gracioso Frailecillos, los pájaros “torpes” que pueblan las islas durante los meses estivales.

Por último, nos trasladaremos a nuestro alojamiento en la ciudad de Klaksvík, parando en el camino en algún pueblito pintoresco, como el de Vestmanna.

Es momento de comenzar a explorar las islas de norte del archipiélago; y no hay mejor forma de hacerlo que realizando la ruta hasta el faro de Kallur. Para ello cogeremos un ferry que nos lleva hasta el pueblo de Syðradalur, en la isla de Kalsoy; y una vez aquí recorreremos la isla hasta el pueblo de Trøllanes, donde comenzaremos nuestra ruta hasta uno de los faros más bonitos que puede existir, situado en un enclave estratégico en las islas que nos regalará unas vistas difíciles de superar. En nuestro regreso hacia el ferry pararemos también a hacer una visita a la estatua de la mujer-foca y conocer su leyenda.

Una vez de vuelta, nos desplazaremos hasta el único pueblo que se puede encontrar en la isla de Kunoy, y que posee el mismo nombre. La razón de venir a este pequeño páramo dentro del archipiélago es que aquí encontraremos el último remanente de bosque de las islas, por donde podremos dar un pequeño paseo antes de tomar un café y trozo de tarta en la cafetería local del pueblo.

Para terminar el día, realizamos el ascenso a Klakkur partiendo desde el mismo pueblo de Klaksvík. Se trata de una ruta que nos lleva directamente a una de las cumbres más altas que rodean el pueblo donde nos alojamos. Desde aquí podremos hacernos una buena idea de como se estructuran las islas y hasta qué punto han sabido aprovechar el espacio los primeros colonos del archipiélago.

Hoy conoceremos el punto más septentrional de las islas y el punto más alejado hasta el que se puede llegar en coche.

Nos desplazaremos hasta el pueblo de Viðareiði, en la isla de Viðoy, un pequeño pueblo de apenas 300 habitantes y uno de los pocos sitios en las islas donde se puede encontrar ganadería vacuna. Tras dar un paseíto por el pueblo y calentar un poco las piernas, comenzaremos el ascenso desde el pueblo hasta lo más alto del cabo Enniberg, coronando las cumbres de Nakkurin (754m) y Villingardalsfjall (841m) y alcanzando así el punto más septentrional del archipiélago.

A nuestro regreso, iremos haciendo paradas en diferentes cascadas, miradores y pueblos, como el de Múli o el de Hvannasund, despidiéndonos así de las islas del norte.

Hoy recogeremos todo nuestro equipo y movemos nuestro campamento base al centro neurálgico de las islas, la ciudad y capital de Feroe,Tórshavn.

Pero antes de ir a nuestro nuevo alojamiento, exploraremos la isla de Eysturoy. En nuestro camino iremos visitando algunos pueblos muy característicos hasta llegar finalmente a la población de Eiði, donde realizaremos una ruta hasta Eiðiskollur; una bonita cumbre con vistas de toda la región y el pequeño lago del pueblo, que también podremos visitar.

Nuestra siguiente parada será para realizar una ruta muy especial, el ascenso a la cumbre de Slættaratindur; que con sus 880m de altitud sobre el nivel del mar es la cumbre más alta de todas islas, por lo que tendremos las mejores vistas de todo el viaje y podremos sentirnos los reyes del archipiélago.

La última parada será el pueblo de Gjógv, famoso por su pequeño embarcadero, que se encuentra completamente protegido en el interior de un pequeño cañón natural.

Por último, nos iremos a nuestro nuevo alojamiento en Tórshavn, donde dispondremos de tiempo libre en función de nuestra hora de llegada.

Nos desplazaremos hasta la región de Saksun, un pequeño pueblo donde encontraremos un montón de casas enterradas en la naturaleza, lagos, cascadas y una playa de arena negra por la que daremos un paseo.

Aquí comenzaremos también nuestra ruta del día. Se trata de una travesía en la que ascenderemos directamente desde el mar hasta perdernos por las montañas. Una antigua ruta que realizaban los feroeses para desplazarse entre Saksun y Tjørnuvík, otro pueblo pesquero que se encuentra en la entrada de un fiordo al otro lado de las montañas. Una vez terminada la ruta, miraremos atrás y nos daremos cuenta de que a pesar de lo escarpadas que son las montañas siempre hay un sendero para recorrerlas.

En nuestro regreso a Tórshavn iremos parando en el resto de los pueblos de Strfeymoy para sacar todas las fotos que necesitemos.

Hemos conquistado las montañas, las zonas más septentrionales, los lagos y la mayoría de los pueblos de la isla; por lo que solo nos resta meternos de lleno en la piel de los locales y conquistar los mares. Aunque por la mañana realizaremos una pequeña caminata por los alrededores de la capital, el punto fuerte del día se llama Norðlýsið (luz del norte) y es un velero típico de las islas que ha sido restaurado y puesto en marcha para ofrecer una experiencia única. Navegaremos bajo sus velas por las costas y acantilados de las islas mientras disfrutamos de una bebida caliente y pastelería típica; consiguiendo una perspectiva de las islas que no mucha gente consigue llevarse.

Por la tarde dispondremos de tiempo libre en la ciudad para comprar recuerdos o simplemente pasear por sus calles y despedirnos de este remoto y especial paraíso.

Seremos trasladados al aeropuerto para coger el vuelo de vuelta a España.